Llega el verano, más horas de luz, calor...Pero precisamente el calor puede afectar a nuestra salud.
Mucha calor, juntamente con nuestro pelaje puede ocasionarnos un golpe de calor, el cual se puede notar por la poca actividad o los jadeos emitidos.
En caso de haber sufrido un golpe de calor es recomendable mojarnos, no bajo un grifo porque podría provocarnos un shock sinó con un trapo mojado o con una botella de spray poniendo atención a las orejas que es por donde regulamos la temperatura.
Justo después,un veterinario nos atenderá mejor.
Para que no llegue a estos extremos, debemos estar en un lugar fresco, alejado del sol. Los días más calurosos nos podeís poner una botella de agua congelada envuelta en un trapo en un lado de la jaula para que se refresque , un ventilador que airee la habitación o unos cubitos de zumo son ideales.
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