El trance es cuando nos cogéis y nos ponéis boca arriba en vuestras piernas o en cualquier superficie plana. Nosotros nos quedamos inmóviles, y a algunas personas os parece gracioso y pensáis que lo pasamos bien, pero en realidad, la procesión va por dentro.
Gracias a un
estudio científico de McBride podréis averiguar si el trance es tan relajante como os parece:
¿Miedo o relajación?
"La inmovilidad tónica (trance) es un estado profundo y reversible de la inhibición que se produce en especies susceptibles. Cada episodio puede durar desde unos segundos hasta horas.
La más susceptible es aquella que es la más cazada.
Descrita por Darwin como un amago de muerte, se cree que la inmovilidad tónica es un mecanismo de defensa motivado por el miedo en animales de presa, después de que otras estrategias de defensa hayan fallado, y que les sirve para no sufrir más heridas y poder tener la posibilidad de escapar.
La ventaja viene de la adaptación del comportamiento inmóvil asociado a la inmovilidad tónica. Hacerlo puede engañar al depredador para que crea que la presa ya está muerta. En ese caso, el depredador ya no necesita continuar atacando y puede que se relaje o cambie su agarre, dándole a la presa una última oportunidad de escapar.
En conejos, el trance es ampliamente usado por veterinarios y propietarios como una forma simple y efectiva de inmovilización para hacer procedimientos menores como cortar las uñas, con instrucciones detalladas y accesibles.
Hay personas que se refieren a la inmovilidad como "hipnosis animal" o "trance" y tiene connotaciones que sugieren que el animal es feliz, está relajado y es insensible a procedimientos dolorosos; incluso habiéndose sugerido como uso para procedimientos más invasivos como la castración.
Los dueños de mascotas también lo usan como un modo de afecto o medio para aumentar el vínculo entre ellos y sus conejos.
Un estudio previo encontró que las respuestas fisiológicas de los conejos a la inmovilidad tónica son similares a aquellos vistos en un momento de estrés.
El trabajo de Farabollini y al ,sugieren que la inducción repetida de la inmovilización tónica resulta en la sensibilización, con inmovilizaciones más largas seguidas de una habituación parcial con inmovilizaciones más cortas pero más estables, aunque con los niveles de corticosterona elevados. Para alcanzar tal habituación requiere muchas repeticiones y esto es explicable si el comportamiento es una respuesta anti-depredadora biologicamente adaptativa.
Desafortunamante, las reacciones del comportamiento no han sido examinadas atentamente. Viendo las respuestas fisiológicas y de comportamiento relacionadas a la inmovilización tónica a la vez, este estudio pretendía determinar si inducir a los conejos a la inmovilización tónica producía un estado de estrés y a identificar la motivación que hay bajo las reacciones fisiológicas.
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Éstas incluían la respiración, la frecuencia cardíaca, la presión sanguínea y los niveles de corticoesterona, que fueron registradas inmediatamente antes de la inducción a la inmovilización tónica, después de la finalización y 15 minutos más tarde de la finalización de la inmovilización tónica.
En comportamiento incluía la latencia y la duración de los episodios de I.T, como también el movimiento y las frecuencias de comportamiento grabados durante 10 minutos antes y después de los períodos de observación de la inmovilización tónica.
Fueron usados seis conejos de la raza Nueva Zelanda: dos conejas enteras y cuatro conejos enteros. Divididos en dos grupos de un macho y dos hembras. Cada conejo actuó solo en dos pruebas de I.T: una para grabar el comportamiento y la otra para conocer los resultados fisiológicos.
No fue evidente un sólo patrón de respuesta en todo el grupo, por ejemplo algunos animales mostraron más resistencia a la imovilización que otros. Esto puede haber reflejado rasgos individuales diferentes y diferencias en una experiencia previa. Por ejemplo, las dos hembras habían estado en la instalación durante varios meses, comparado con sólo las dos semanas de los machos, y habían tenido una experiencia como la de un análisis de sangre. Los resultados mostraron una elevación en la respiración (p<0.046), en la frecuencia cardíaca (p<0.046) y en corticosterona (p<0.046) , después de haber practicado una I.T.
En los resultados de la presión sanguínea se vió una variación considerable,y no se observó un patrón consistente. Además, a las especies con comportamientos miedosos típicos, como agachar las orejas y abrir los ojos, le aumentaron la tensión muscular y hubo un sobre esfuerzo observado durante la inducción, mientras que las frecuencias de acicalamiento y querer esconderse incrementaron, y la exploración disminuyó después de la I.T.
La conclusión sacada de las respuestas fisiológicas y de comportamiento de los conejos a la inmovilización tónica,son un indicativo de un miedo motivado por el estado de estrés. Esto confirma la previa aserción de que la promoción de la inmovilización como método para crear un vínculo entre dueños y sus mascotas, porque los conejos lo disfrutan, no es apropiada.
Puede serlo para veterinarios, y propietarios que usen este método para procedimientos menores como cortar las uñas al tener menos riesgos que la anestesia. Aún así, los datos sugieren que los conejos sólo deberían ser inmovilizados cuando sea necesario y los dueños y otros sean educados apropiadamente."