Sea cual sea el motivo, estáis sorprendidos porque vuestro pequeño compañero ha mostrado signos de agresividad cuando siempre le habéis mimado, dado de comer y habéis pasado tiempo con él.
También suele sorprender que no todos los conejos somos iguales: los hay tímidos, otros más extrovertidos y los que tienen carácter.
Pero si os habéis encontrado que os ha pegado un mordisco, os ha perseguido o dado con las patas, no os asustéis. Tampoco reaccionéis mal, pegándonos, pues nos haríais mucho daño tanto física como mentalmente y entonces, sería más difícil vuestra relación.
Pero vamos al grano, un conejo puede mostrar agresividad por varias razones:
2. Ha llegado a la madurez sexual: Ese gazapo tan bueno ahora ya no lo es tanto al estar repleto de hormonas.
3. Territorialidad: Cuando metéis la mano en su parque mientras está dentro y no le gusta, defenderá su lugar.
4. Dolor: Si padece algún problema de salud puede mostrarse malhumorado. A nadie le gusta que le molesten cuando se encuentra mal.
Como todo, la agresividad tiene una solución pero requerirá tiempo y paciencia.
Dependiendo de la causa tendrá una salida u otra.
Si es por miedo, tendréis que fijaros si hay algún movimiento, ruido u olor que hagáis para eliminarlo. Después podréis empezar a afianzar vuestra relación poco a poco.
Poniéndoos a su nivel, en el suelo, os podéis tumbar y dejar que venga a vosotros.Sin prisa, a su ritmo. Unos premios siempre van bien, para que vea que con vosotros obtiene cosas buenas.
No será algo que suceda de la noche a la mañana, puede tardar semanas, así que paciencia.
En el caso de haber madurado sexualmente tiene una solución: pasar por quirófano. Es decir, la castración.
Una vez operado hay que esperar un mes para que las hormonas acaben de irse y se podrá apreciar un cambio.
Cuando el conejo es territorial y ataca cuando cambiáis de sitio sus cosas estando él dentro, lo que tendréis que hacer es cambiar esa costumbre. Cuando no esté presente o no os vea, será el momento de limpiar o coger lo que queráis.
Si está dentro de su parque y lo sacáis de la nada y ataca,es normal. El animal está en su casa, donde se siente a gusto y que le saquen de golpe no es agradable. Si queréis que salga, abrid la puerta y esperad, o mejor aún, usad de cebo una fruta o chuchería para atraerle a fuera pero no uséis la fuerza.
Cuando ataque al tocarle estando dentro, procurad ser suaves.
¡Pero me acaba de morder!Sí, aunque os haya mordido hay que ser paciente y suave. Intentad tocarle suavemente la cabeza, rascarle la nuca. Si os deja, por ese entonces será suficiente y tendréis que volver a repetirlo otro día. Repitiéndolo acabará asociando vuestra mano con un agradable masaje en su nuca y no con algo provocativo como una mano revoloteando.
En cambio, para cuando existe dolor sólo hay una solución: ir al veterinario para encontrar la causa.
