Mudanzas

A lo largo de vuestra vida, por unos motivos u otros tenéis que mudaros y nosotros también, es por ello que en la entrada de hoy os contaré tanto mi experiencia y la de Rayo, un cone-amigo.

El nuevo pasillo de Rayo

Rayo, al mudarse estuvo pasando más tiempo dentro de su jaula, en el pasillo de su nuevo hogar. Al ser nuevo, aún no se veía preparado para salir a explorar pero gracias a la comida, su dueña lo consiguió: "Esta mañana me senté al lado de la jaula, y usando chuches fue saliendo. Ahora nada más está pendiente,a mi lado a ver si caen más".

El pasillo es una buena opción para dejarnos por primera vez en el nuevo piso o casa. Es un lugar que no suele tener cables y suele ser un sitio fresco. Rayo, a partir del momento en que salió, empezó a explorarlo todo: "La anterior propietaria del piso tenía muchos bajo sofás plásticos. Yo escuchaba ruidos y resultó ser él intentando tirar de ellos."

Y cómo no, al ser un sitio nuevo tenía que marcarlo todo, fuera con la barbilla, dejando algún pis en sitios blandos o grupos de conguitos fuera de su sitio habitual.

Cuando viví mi primera mudanza, el lugar estaba vacío y pude explorarlo todo antes que nadie: primero olisqueé el pasillo y pasé al salón hasta llegar al balcón. Más tarde, fuí a mi habitación y ví mi jaula. También era nueva y tuve que hacerla mía.
Con el paso del tiempo y cogiendo confianza fuí avanzando hasta llegar a otros lugares como la cocina, que me encantaba porque podía robar fruta sin ser pillado.

Como véis, cuando haya una mudanza, intentad llevarnos antes de todo el jaleo para que conozcamos el nuevo hogar y, sobre todo, una vez instalados, dadnos tiempo para explorarlo y hacernos con él. Puede que algunos comportamientos afloren pero será cuestión de tiempo que vuelvan a irse una vez lo hayamos revisado todo y lo sintamos como nuestra casa.