Hablemos claro, los conejos no somos como los perros, y mucha gente se obceca en querer adiestrarnos como si fuéramos uno.
Si nos comparamos con los perros, vemos que ellos son animales a los que les gusta satisfacer a sus humanos. Eso hace que sean mucho más fáciles de adiestrar pero nosotros, aún siendo igual de sociables que los perros no somos tan cooperativos.
Los conejos en estado salvaje viven en grupos donde hay jerarquías y cada uno de los miembros cumple una función para que todo su grupo pueda beneficiarse.
Además somos presas, algo que nos hace ser más desconfiados.
Por otra parte son -somos- cariñosos entre nosotros (y con vosotros) , como también tenemos nuestras preferencias respecto a otros conejos y nuestros gustos.
Los conejos no tenemos ese deseo de complacer como un perro, y si vosotros os frustráis porque no obedecemos hasta el punto de llegar a pegarnos, nos acordaremos de ello durante mucho tiempo y pasaréis a nuestra lista negra o la de enemigos, dependiendo de como sea vuestro compañero: algunos son tímidos y huirán temiéndoos y otros os agredirán.
Con esto no quiero decir que no podamos aprender y seamos tontos, no es así, pero lo haremos de forma diferente.
A la hora de aprender cualquier cosa lo hacemos y bastante rápido, pero no lo haremos porque sí, tiene que haber algo que nos compense. De lo contrario os miraremos un momento y continuaremos con lo nuestro.
Y tampoco olvidéis que somos nosotros quienes decidimos cuando se acaba la sesión de aprendizaje.
Así que para enseñarnos cualquier truco debéis armaros de paciencia ,y recordad que tenéis que ser positivos siempre.
Clark.
